No conseguir integrar hábitos de vida saludable en el trabajo es un problema generalizado en la sociedad. El ritmo acelerado de vida actual, sumado al aumento del tiempo que dedicamos al trabajo, puede llevar a una rutina poco saludable. No llevar una vida equilibrada puede conllevar terribles consecuencias, no solo para el propio empleado y su salud, sino para la propia empresa, exponiendo a sus equipos a alto riesgo de sufrir algún tipo de burnout.

Si te cuesta conciliar hábitos de vida saludable con tu trabajo, existen algunos trucos y consejos que pueden ayudarte a lograr el equilibrio que necesitas.

Prioriza tu tiempo

El primer paso para tener unos hábitos de vida saludable y conciliarlos con el trabajo es priorizar tu tiempo. A menudo, nos sentimos abrumados por nuestras responsabilidades y terminamos dedicando todo nuestro tiempo al trabajo. Es importante que reserves tiempo para actividades que te gusten y que te ayuden a mantener tu bienestar, como hacer ejercicio o pasar tiempo con amigos y familiares.

¿Cómo puedes hacerlo?, lo más importante es planificarse. Ten siempre a mano una agenda en la que poder apuntar todas tus obligaciones y citas del día. Incluso puedes incluir las propias actividades de ocio. Haz uso también de programas de organización de tareas, así como de herramientas como Google Calendar o el calendario de tu móvil.

Y no lo olvides, reserva siempre un hueco al día para dedicarte un rato para ti y los tuyos.

Haz ejercicio regularmente para sentirte mejor

El ejercicio es una forma eficaz de reducir el estrés y mantener una vida saludable. Trata de hacer ejercicio regularmente, incluso si solo tienes unos pocos minutos libres durante el día. Caminar o andar en bicicleta hasta el trabajo también es una forma fácil de incorporar el ejercicio en tu rutina diaria.

Cuida tu alimentación

Una buena alimentación es clave para mantener un estilo de vida saludable. A menudo, en el trabajo, comemos alimentos rápidos y poco saludables por falta de tiempo. Es importante que planifiques tus comidas y te asegures de incluir alimentos nutritivos, como frutas, verduras y proteínas magras.

Puedes aplicar métodos como el batch cooking para cocinar tuppers para toda la semana y ahorrar tiempo cocinando, y si te los llevas a la oficina también te ahorras gastar dinero en comida fuera. ¡Todo ventajas!

Descansa lo suficiente

El descanso es esencial para mantener un estilo de vida saludable. A menudo, sacrificamos nuestro sueño para poder cumplir con nuestras obligaciones laborales. Trata de dormir al menos 7 horas al día y asegúrate de que tu entorno de descanso sea cómodo y relajante.

Para ello mantén una hora rutinaria a la que irte a la cama, y trata de cumplir esa hora todos los días. Así creas en tu cuerpo el hábito de «tener sueño» e irte a dormir a esa hora siempre, lo cual hará que te sea más fácil cumplir las horas de sueño que necesitas. Y, en la medida de lo posible, trata de no utilizar el móvil o la tablet antes de irte a dormir, ya que las luces azul de las pantallas suelen inhibir las hormonas que producen el sueño.

Aprende a decir «no» es uno de los hábitos más saludables desde un punto de vista psicológico

Decir «no» es una habilidad importante para conciliar una vida saludable con el trabajo. A menudo, nos sentimos obligados a aceptar todas las tareas que se nos asignan en el trabajo. Sin embargo, es importante aprender a decir «no» cuando se nos asignan tareas que sobrepasan nuestras capacidades o que interfieren con nuestro tiempo personal.

Para trabajar este hábito, os sugerimos sin duda el libro «Cuando digo ‘no’ me siento culpable», de Manuel J. Smith, lectura muy recomendable.

Desconecta y apaga portátil y teléfono

La tecnología ha hecho posible que estemos conectados todo el tiempo. Sin embargo, esto también puede llevar a una sobrecarga de información y estrés. Trata de no consultar ni los dispositivos exclusivos del trabajo, como el portátil o el móvil, ni revisar correos ni mensajes que tengan que ver con ello. Dedica tus horas libres a actividades que te gusten y te relajen.

Toma descansos regulares a lo largo de la jornada

Tomar descansos regulares durante el día puede ayudarte a reducir el estrés y mejorar tu bienestar en el trabajo. Trata de hacer pequeñas pausas durante el día para estirarte, caminar o simplemente relajarte.

Encuentra un trabajo que te guste

El trabajo puede ser una fuente de estrés y ansiedad si no te gusta lo que haces, y sin autorealización no podemos ser felices en el entorno laboral. Trata de encontrar un trabajo que te guste y que te permita utilizar tus habilidades y talentos.

Si no estás satisfecho con tu trabajo actual, considera buscar otras opciones, desde hablar con tus superiores, buscar trabajo en una empresa nueva, o incluso formarte en algo totalmente nuevo y cambiar de profesión. De hecho, el aprendizaje continuo tiene un impacto muy positivo para la salud mental, tanto si quieres seguir actualizándote en tu campo como si quieres aprender algo nuevo.

Para todo ello puede ser conveniente que realices algún test vocacional para descubrir lo que de verdad te gusta y a qué te podrías dedicar en base a tus habilidades y preferencias.

Comunica tus necesidades a compañeros y superiores

Es importante que comuniques tus necesidades a tu empleador y a tus colegas. Si necesitas tiempo libre para hacer ejercicio o para cuidar de tu salud mental, habla con tu empleador y busca una solución que funcione para ambos.

Buscar apoyo

La conciliación de la vida laboral y personal puede ser un desafío, pero no tienes que hacerlo solo. Busca ayuda en amigos, familiares o en grupos de apoyo. Hablar con otras personas que están pasando por situaciones similares puede ser muy útil. Incluso si lo necesitas, considera buscar apoyo psicológico.

Conclusión

Conciliar una vida saludable con el trabajo es un desafío, pero es posible si tomas pequeñas medidas para cuidar de ti mismo.

Prioriza tu tiempo, haz ejercicio regularmente, cuida tu alimentación, descansa lo suficiente, aprende a decir «no», desconéctate, delega tareas, busca un equilibrio, toma descansos regulares, encuentra un trabajo que te guste, comunica tus necesidades y busca apoyo. Recuerda que no tienes que hacerlo solo y que pequeños cambios en tu rutina pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar.